Una bebida fresca, ligeramente dulce y profundamente mediterránea. La horchata de chufa es ideal para hidratarte en días cálidos, cuidar tu sistema digestivo y reconectar con sabores de tradición. Aquí te proponemos una versión casera, sin azúcar refinado, rica en fibra y con un toque moderno. Sin más dilación y con el permiso de los buenos horchateros valencianos, aquí va la receta que hacemos y consumimos en casa.
Ingredientes (para 1 litro aprox.)
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250 g de chufas secas
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1 litro de agua mineral (bien fría)
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1 cucharadita de canela en polvo (opcional aunque yo la incluyo)
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1 trocito de piel de limón ecológico (opcional y también la incluyo, sin parte blanca)
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1-2 cucharadas de sirope de dátil, arce o agave (ajustar al gusto).
Preparación
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Remoja las chufas en abundante agua durante al menos 48 h (cambiando el agua dos veces para mayor limpieza).
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Escúrrelas y enjuágalas bien.
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En una batidora potente o en cualquier robot de cocina, tritura las chufas con el agua fría hasta obtener una mezcla homogénea. Si optas por robot, en diferentes intervalos 10 segundos velocidad 10.
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Añade el sirope, la canela y la piel de limón si lo deseas, y tritura unos segundos más, de nuevo a velocidad 10.
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Cuela la mezcla con una bolsa para leches vegetales o una gasa limpia, presionando bien para extraer todo el líquido.
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Guarda en una botella de cristal y refrigera al menos 1 hora antes de servir. Agita antes de tomar.
Consejos KHORALI
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Puedes reutilizar la pulpa (okara de chufa) para galletas, smoothies, granolas o batidos.
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Acompaña con hielo y una ramita de menta para un toque aún más refrescante.
Una receta sencilla, sin procesados, que conecta cuerpo y tradición.
Bebe despacio. Disfruta simple. Respira verano.
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